
Lo que es indudable es que el desarrollo de la medicina de la reproducción ha sido vertiginoso en los últimos treinta años y que los tratamientos de estimulación que podemos ofrecer hoy en día sí nos brindan una "garantía" sobre tres cuestiones fundamentales para las pacientes: seguridad, eficacia y comodidad.
Y aplicando los distintos procedimientos terapéuticos (inseminación artificial, FIV-ICSI, DGP, donación de gametos, vitrificación de ovocitos) en función de la edad de la mujer y de las causas que motivan la disfunción reproductiva aproximadamente el
90% de las pacientes acaban por conseguir el embarazo.