Os pongo en antecedentes… Tengo 42 años, soltera y mi deseo de ser madre me llevó allí. Por circunstancias de la vida personales y profesionales dejé pasar el tiempo y creo que mucho. La idea de
ser madre soltera llevaba rondando en mi cabeza aproximadamente 10 años y debería de haberme decidido mucho antes.
Pero las circunstancias mandan y este año a finales de mayo me decidí. En mi primera consulta me hablaron muy claro, inseminación descartada y las posibilidades de ser madre con mis óvulos eran bajas. La tercera opción sería con
donación de óvulos. Pero antes de tomar una decisión, había que realizar un estudio. Desde ese día sabía que iba a ser difícil ser madre, el porcentaje era alrededor de un 20% frente a un porcentaje mayor si fuera donación.
Comencé el proceso con el estudio, pruebas, análisis, etc. Y una vez con todos los resultados…vuelta a consulta. Me iban a plantear de nuevo las posibilidades, las opciones y demás información. Seguíamos teniendo los mismos porcentajes, la misma edad, etc.
Mi decisión fue
probar con mis óvulos. Me lo tomé como un proyecto si sale bien y sino pues ya pensaría que hacer. Decidí intentarlo aun sabiendo que la probabilidad era baja. Ese mismo día comencé el tratamiento. La verdad que todo ha ido tan rodado y rápido que no me ha dado tiempo a pensarlo mucho. Todo comenzó a finales de junio.
Después de un mes aproximadamente de tratamiento, me dicen que tengo ovocitos, pocos, pero tengo. Los últimos días antes de la punción, continuamos con pocas probabilidades, un 17% para ser más exacta. Ese es el porcentaje que me marcó y me dijo mi doctora que había. Llegado ese punto íbamos a por todas. Tres días después me realizaron la punción y de los 11 o 12 ovocitos que aparecían en la ecografía, solo pudieron extraer con éxito o válidos 3 (no sé si los términos son los correctos). En fin, la realidad que solo teníamos 3 para probar (para mi proyecto como yo lo llamo) al día siguiente me llamaron para decirme cuantos habían sido inseminados y cuando seria la transferencia. Recordar… un 17%.
Se lo comunicaron a mi madre, de los tres solo 1 era el que valía, solo uno. Mi madre me dió la noticia diciéndome que no íbamos a tener 2 porque solo se había conseguido 1, sólo teníamos UNO. Yo en ningún momento me lo tomé como una mala noticia, al contrario, como durante todo el proceso seguía estando tranquila, relajada y pensando que lo que tuviera que ser, sería.
La transferencia me la hicieron al día siguiente y muy tranquila les dije a todo el equipo que había: "cuidarlo muy bien porque solo teníamos una oportunidad, nos lo jugábamos a una carta e íbamos al límite", más o menos esas fueron mis palabras. La doctora me dijo que le sorprendía la tranquilidad que tenía en la situación que estaba y que ese embrión le había gustado a todo el equipo mucho desde el primer momento y después me lo enseñaron en pantalla.
Después de la transferencia a casa, unos días de reposo, tranquilidad y relajación, muchos mimos y cuidados por parte de la gente que me rodea y me ha apoyado en el proceso. Ellos estaban muy muy nerviosos, inquietos y preocupados, mientras yo era la que les tranquilizaba diciéndoles que lo que tuviera que ser, sería, consciente de ir al límite y con poquísimas posibilidades. El porcentaje era bajo, muy bajo, solo un embrión. O se implantaba o no había otro que lo intentase (lo normal es implantar dos por el por si acaso). Yo…todo al límite pero tranquila.
La espera de las dos semanas para realizar el análisis de confirmación las pasé muy tranquila. Solo pensaba en si tiene que ser, sería. Y si no, pues lo había intentado.
Llegó el día y el resultado fue positivo, un POSITIVO que nadie esperaba por las pocas posibilidades y que llenó de alegría a los que me rodean. Todos querían ese positivo, pero eran conscientes de lo difícil que era conseguirlo.
Hoy en día han pasado aproximadamente 7 semanas desde la implantación y ya hemos oído el corazón. Todavía lo veo como un proyecto, considero que es muy pronto, voy paso a paso y sin prisa.
El contaros mi historia es para dar ánimo y esperanza a esas mujeres que si tienen
dudas sobre los tratamientos de fertilidad que se lancen y prueben, con la mente abierta a todos los resultados, que lo miren como un proyecto, que lo intenten, que no se queden con las ganas y sobre todo no se obsesionen con el resultado, que se dejen llevar con tranquilidad.
MI 17%